25 octubre 2013

Salve Madre, flor franciscana...

Fotografía: N.H.D. Ángel Luis González

Oh, Santísima Reina de la Paz,
míranos una vez más ante Vos, con la
súplica de nuestros labios y haced que
os pertenezcamos en la vida y en la
muerte, en la Tierra y en el Cielo.

Lleguen a vuestro amantísimo corazón
nuestras pobres alabanzas y muévanlo
a piedad, a fin de que nunca nos falte
su eficaz apoyo. De Vos, Aurora
brillante de la Paz, lo esperamos todo,
al igual que los Santos. Haced que
vivamos en Paz con Dios y con los
hombres y otórganos la gracia especial
que humildemente suplicamos.

Amén.

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