Muy Antigua y Venerable Hermandad del Santo Cristo del Calvario y Vía Crucis y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo Yacente de la Paz y la Unidad en el Misterio de su Sagrada Mortaja, Nuestra Señora de Fe y Consuelo, Santa María del Monte Calvario y San Francisco de Paula.
Esta Hermandad realiza Estación de Penitencia cada Viernes Santo hacia la Santa Iglesia Catedral.
Cristo Yacente de la Paz y la Unidad: Es una talla obra de Antonio Eslava Rubio del año 1971. Esta obra consigue una gran dramatismo y patetismo acuerdo con el momento que representa. La policromía del Cristo Yacente está realizada en tonos pálidos, resaltando las manos enrojecidas, que imprimen una mayor realidad. En el costado podemos observar como fluye abundantemente la sangre producida por la herida de Longinos. Los ojos del Yacente aparecen casi cerrados, en una actitud de inexpresión y de muerte. La boca aparece entreabierta pudiéndose ver la hilera superior de dientes. Del cuello caen unos regueros de sangre que llegan hasta el pecho. En las rodillas podemos observar también gran acumulación de sangre, debido a la pasión sufrida por el Señor. En la planta de los pies podemos ver algunos hilos de sangre y la cicatriz del clavo que lo mantenía clavado a la cruz. Por la boca también salen pequeños hilos de sangre que se pierden entre la barba. Tiene su cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha. El tamaño del Cristo se hizo para que se adaptara a una pequeña urna que posee la Cofradía en la ermita del Monte Calvario.
Tras el incendio de la Capilla del 26 de Febrero de 2006, la imagen quedó casi destruida aunque se reconocían las formas y volúmenes. El Cabildo de Hermanos aprobó el proyecto de restauración de Juan Manuel Miñarro. Tras consolidar el soporte con resinas exposis, restablecer las partes desaparecidas y aplicar los aparejos, se policromó de nuevo tomando como referencia los restos de policromía que quedaban en los pies y tobillos y los reportajes fotográficos. La imagen tiene una policromía más cercana a la original de los años 70 que se había ido oscureciendo.
En 2007 estrenó un nuevo trono. La carpintería y la talla del cajillo está realizada en madera de cedro y estilo plateresco por Francisco Bailhac y Antonio Martín Fernández, respectivamente.
La talla de las capillas, cartelas y hornacinas se encuentran aún en proceso de elaboración por el imaginero Manuel Carmona, mientras que del dorado se encargan Manolo y Antonio Doradores.
Está inspirado en el retablo de la Iglesia del Sagrario. La idea del trono es de Juan Casielles.
