20 diciembre 2009

III Exaltación de la Navidad - Crónica

Como ya todos saben, el pasado día 18 celebramos la tercera edición de la Exaltación de la Navidad que anualmente organiza la Juventud de la Hermandad de la Paz. Este año fue designado N.H.D. Antonio Peligros, Teniente Hermano Mayor de la Corporación.

El acto comenzó a las 20 horas con una misa previa oficiada por nuestro consiliario Fray Juan Jesús Linares. Media hora pasó desde el final de la Eucaristía cuando N.H.D. Vicente Mengual se dispuso en el atril para relatar de forma muy detallada una pequeña biografía del Exaltador de este año 2009 a modo de prólogo e introducción al desarrollo de la Exaltación propiamente dicha.
Tras un fuerte abrazo entre Vicente y Antonio, este último comenzó su intervención agradeciendo la presencia a los asistentes y elogiando las dos Exaltaciones celebradas anteriormente (llevadas a cabo por N.H. Antonio Morales en 2007 y N.H. Vicente Mengual en 2008).

Su Exaltación abarcó el acontecimiento entero de la Natividad de Nuestro Señor, desde la Anunciación a María hasta la visita de los Reyes de Oriente y los pastores, así como alguna que otra anécdota personal relacionada con estas fechas tan señaladas. En más de dos ocasiones su intervención se vio interrumpida por los aplausos del público asistente, el cual quedó prendado por la gran Exaltación que Antonio ha trabajado con tanto esfuerzo y dedicación y que quiso compartir con nosotros en la noche del pasado día 18.
Como broche final a su ponencia, el más joven de los componentes del Coro Paz y Esperanza interpretó el villancico popular "El tamborilero", que también agradó a los asistentes dada la dulzura y la perfección con la que entonó la famosa melodía del "El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió..."

Finalmente, Antonio obsequió al joven con una placa y una copia dedicada de su pregón, copia que también han recibido N.H. Rafael Castejón y la Juventud de la Paz.
Como muestra de gratitud y agradecimiento, los jóvenes de la Hermandad le hizo entrega de una placa conmemorativa, así como su familia le obsequió con ramos de flores y una pequeña representación del Niño Jesús.

En definitivas cuentas, una Exaltación magnífica que, sin duda alguna, permanecerá en nuestra memoria durante mucho tiempo.

¡GRACIAS ANTONIO!

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