Aún recuerdo aquella reunión fraterna en el patio de la Casa Hermandad en la cual Nuestro Hermano Mayor Manuel Quirós nos daba su beneplácito y el Grupo Joven quedaba constituido oficialmente.
Aquel momento supuso el punto de partida y el origen de tantos y tantos momentos que permanecerán en mi memoria para los restos: juntos hemos vivido bonitas experiencias entre nosotros, hemos sentido lo que es montar unos cultos desde dentro, hemos vivido en nuestras carnes un histórico 70 aniversario de Nuestra Madre de la Paz y Esperanza, hemos sido partícipes de múltiples Eucaristías y un sinfín de anécdotas y momentos que sería imposible de resumir en unas pocas líneas.
Desde mi punto de vista, estos tres años han dejado un balance bastante positivo: además de colaborar con nuestra Hermandad, todos los que hoy formamos la Juventud de la Paz hemos forjado una valiosa amistad a prueba de bombas que, sin duda alguna, sería un tremendo error dejar, ya que nos une un mismo sentir y unas mismas inquietudes.
Hoy, 23 de noviembre, hacemos tres años. Tres... y los que quedan...