03 octubre 2011

PRIMER MISTERIO Glorioso


En el primer misterio glorioso contemplamos la Resurrección del Señor.

"Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: "No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron"". (Mc 16, 5-6)

El reencuentro de los discípulos con Jesús resucitado rehízo sus vidas del escándalo de la Cruz; porque si no, ¿en qué se hubiese basado su fe? Así lo afirma san Pablo en la Primera Carta a los Corintios: «Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana»(1 Co 15, 17).

San Melitón de Sardes pone en boca de Jesucristo resucitado: «...yo soy vuestro perdón, soy la Pascua de salvación, soy el Cordero degollado por vosotros (...), vuestra vida, vuestra resurrección, vuestra luz, vuestra salvación y vuestro Rey».

En sintonía con estas palabras, manifestaba la Virgen en el mensaje de 4 de julio de 1987: «Ya sabéis lo que dice mi Hijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. El que venga a mí vivirá eternamente”. Mi Hijo es la Resurrección, hijos míos. Todas las cosas que hay hechas fueron hechas por Él (...). Por eso os pido, hijos míos: amad a mi Hijo; acercaos a la Eucaristía; venid a mi Corazón, que yo os protegeré del mal».

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