Este año, por motivos meteorológicos, el acto tuvo lugar en el interior de nuestra sede canónica, congregando en la Iglesia Conventual a hermanos, devotos y cofrades en general. La parihuela exornada por antirrhinum, iris y flores silvestres en la que aparecía entronizado Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia se situó frente al altar de la Iglesia Conventual del Santo Ángel durante el rezo del Vía Crucis, un Vía Crucis franciscano y dialogado en el que varios hermanos participaron con su lectura.
Una vez concluido el acto, Nuestro Señor, que aparecía ataviado con túnica blanca lisa, fue llevado hasta la nave de los pasos aprovechando una breve tregua meteorológica acompañado por un cortejo formado por todos Sus hijos presentes en la Plaza de Capuchinos para, acto seguido, pasar a ser entronizado en el paso de misterio, aguardando así la llegada del próximo día 27 de marzo, Miércoles Santo.
Imagen tomada ayer durante el rezo del Vía Crucis presidido por Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia |