21 diciembre 2008

La Navidad en mi ciudad, por Alejandro Aguilar

Fotografía: Carlos Lara

Esta Córdoba, capaz de ocupar sus pensamientos más profundos, se engalana cada vez que espera la llegada de la Navidad para regalarle los sentidos: le regala la vista con sus alumbrados, le regala el oído al compás de villancicos, le entrega el tacto para acariciar el alma, embriaga con su aroma de anís y le ofrece el sabor de sus mazapanes.

Vuelve la Navidad a Córdoba para enseñarnos la alegría de un pueblo que sabe festejar la vida, que sabe compartir y entregarse, heredero de un espíritu de encuentro y convivencia que se reconoce en cada rincón de nuestras casas, en la búsqueda de la paz y en la nobleza de compartir.
Todo ello se deja ver en Navidad porque, en este mes, la ciudad es una fiesta que invita a celebrar la alegría de vivir; una fiesta que todos y todas hacemos posible desde la complicidad que da compartir unas mismas ilusiones, desde la voluntad de dar a los demás lo mejor que tenemos, somos tierra de alegría, de celebración, que pone luz y calor en cada cosa que hace.

Amigos, amigas salgamos a la calle a festejar la Navidad y a celebrar que ha nacido el niño Dios.

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