Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: "Al que yo bese, ése es: detenedlo". Después se acercó a Jesús y le dijo:"¡Salve, Maestro!" Y lo besó. Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿a qué vienes?” Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo.
Foto Jesús Caparrós
Meditación
Es terrible sentirse traicionado,
vendido por un amigo.
Nunca se podrá justificar
la primacía del dinero sobre el amor.
Judas cenó con Cristo
y en compañía de los apóstoles;
No se le notaba lo que iba a hacer.
Y salió a la noche negra de la traición.
Judas dio un beso falso
para entregar al Maestro,
prostituyendo el signo noble del amor.
Besó para traicionar.