Del evangelio de San Mateo (26, 69-75)
Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercó una criada y le dijo: "También tú andabas con Jesús el Galileo."Él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé qué quieres decir." Y al salir al portal lo vio otra y dijo a los que estaban allí: "Éste andaba con Jesús el Nazareno."Otra vez negó él con juramento: "No conozco a ese hombre." Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro; tú también eres de ellos te delata tu acento." Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo: "No conozco a ese hombre." Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: "Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces." Y, saliendo afuera, lloró amargamente.
Meditación
En la noche de la pasión,
frente a un tribunal de mujeres y soldados,
lleno de miedo y de sudor,
Pedro negó públicamente su vinculación con el Nazareno.
Pedro, tú que oíste el canto del gallo,
tú que lloraste tu negación,
¿no oyes los gritos de los cobardes
que niegan para no ser condenados?
¿no ves a los negadores de siempre,
a quienes les tiembla el alma en el cuerpo?
Pedro se acordó de aquello
que le había dicho Jesús,
se arrepintió
y rompió a llorar amargamente.
En la noche de la pasión,
frente a un tribunal de mujeres y soldados,
lleno de miedo y de sudor,
Pedro negó públicamente su vinculación con el Nazareno.
Pedro, tú que oíste el canto del gallo,
tú que lloraste tu negación,
¿no oyes los gritos de los cobardes
que niegan para no ser condenados?
¿no ves a los negadores de siempre,
a quienes les tiembla el alma en el cuerpo?
Pedro se acordó de aquello
que le había dicho Jesús,
se arrepintió
y rompió a llorar amargamente.