29 abril 2009
Tras de ti..., por J. Miguel Lubián
Sinceramente cuando uno lleva tantos años viendo a sus titulares tendría que ser ya algo típico, normal, algo a lo que me he hecho... Pero aun así, todos los años parecen ser el primero, el primero en el que me visto de nazareno, vestido de blancura pacifica, como ellos...
Solo era entrar en la nave y al verlos con su cera encendida, un escalofrío recorría por mi pálida espalda...El segundo vino una hora después, cuando Santo Tomas anunciaba su pasacalles, cuando las largas filas de músicos, de color de pasión, se acercaban hacia la puerta del Convento, solamente recordar ese momento me hace que brillen mis ojos.. aunque al oír entre sus trompetas el Himno Nacional, ver como se desliza la Humilde Pasión de Cristo entre el olor de azahar, son momentos inolvidables, y que de momento se cruzaron ante mi todas las experiencias vividas durante estos años de juventud... entre mis amigos..
Una vez que estaba en la calle, todo fue un viaje en una nube, que se paso volando, como si el viento empujase esa nube por el cielo, y que yo tan alegre lo observaba, sin acordarme del tiempo, sin acordarme que ya estábamos en Miércoles Santo, solo disfrutar de su andar, disfrutar de esos sones, que derrochan suaves notas entre las bolas de incienso...entre naranjos envueltos del azahar de sentimientos mezclados...
Y solo fue entrar en la calle de Torres Cabrera cuando sentí que mis ojos expresaron esos sentimientos...
Cuando volvimos, un rato después, solamente un ratito, fue mas emocionante al oír dos marchas únicas para El...y como anunciaba Al Señor de la Paz, detrás venia esa blanca paloma, que con la elegancia de sus bambalinas, de la pequeña sonrisa que mostraba porque estaba en la calle, y sus hijos pedían esa pequeña sonrisa, y el reflejo de sus lágrimas la enseño al pueblo cordobés, cuando al igual que el, se anunciaba el Himno Nacional..
Una vez los dos recogidos, les pedí, que el año que viene... nos repartan de lo mismo, la dulzura de los Reyes de Capuchinos...
Miércoles Santo, por María Jiménez
Para mí, es muy difícil explicar lo que sentí el pasado 8 de abril, en torno a las 7 de la tarde, cuando por fin vi a mis Titulares: el Señor de la Humildad y Paciencia y la Reina de la Paz y Esperanza asomar por la Plaza de Capuchinos.
A pesar de que llevaba relativamente poco tiempo integrada entre la juventud de esta Hermandad, ya me sentía una más de ellos. Me acogieron con los brazos abiertos, como buenos cristianos, demostrando que eran mucho más que un grupo de personas que sacaban el paso el Miércoles Santo y ya está. Ellos iban con el cubrerrostro, pero yo sabía perfectamente quiénes eran. Sabía que iban con fe y orgullo paseando al Hijo de Dios y a Su Madre por las calles de Córdoba, y todo lo que eso conlleva.
Primero pasó el Señor, con esos andares que solo sus costaleros saben hacer... y yo tenía los pelos de punta...
Seguí allí, esperando, viendo a los numerosos nazarenos que le abrían paso a la Paloma de Capuchinos. Ella iba como se merece, como una reina, con su nuevo manto, fruto del trabajo de sus hermanos nazarenos. Es ella mi modelo a seguir, por no tener miedo a cumplir la voluntad de Dios... "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra".
Cuando ella pasó, y detrás las mujeres de mantilla y la banda de música que le tocaba las diversas marchas, me uní al grupo de penitentes para acompañarla en su recorrido...
Aunque solo pude estar junto a Ella hasta Carrera Oficial, durante el camino que hice junto a Ella estuve en un continuo rato de oración... y de deseo de que sea Ella siempre la que guíe mi vida y que ojalá algún día yo sea capaz de cumplir la voluntad de Dios sin miedo, de tener esa fe ciega que ella tuvo...
Solo queda esperar al próximo Miércoles Santo para volver a repetir esta experiencia, si Dios quiere y el Sol reluce, que será vistiendo túnica y cubrerrostro, abriéndole paso a la Reina de Capuchinos...
A pesar de que llevaba relativamente poco tiempo integrada entre la juventud de esta Hermandad, ya me sentía una más de ellos. Me acogieron con los brazos abiertos, como buenos cristianos, demostrando que eran mucho más que un grupo de personas que sacaban el paso el Miércoles Santo y ya está. Ellos iban con el cubrerrostro, pero yo sabía perfectamente quiénes eran. Sabía que iban con fe y orgullo paseando al Hijo de Dios y a Su Madre por las calles de Córdoba, y todo lo que eso conlleva.
Primero pasó el Señor, con esos andares que solo sus costaleros saben hacer... y yo tenía los pelos de punta...
Seguí allí, esperando, viendo a los numerosos nazarenos que le abrían paso a la Paloma de Capuchinos. Ella iba como se merece, como una reina, con su nuevo manto, fruto del trabajo de sus hermanos nazarenos. Es ella mi modelo a seguir, por no tener miedo a cumplir la voluntad de Dios... "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra".
Cuando ella pasó, y detrás las mujeres de mantilla y la banda de música que le tocaba las diversas marchas, me uní al grupo de penitentes para acompañarla en su recorrido...
Aunque solo pude estar junto a Ella hasta Carrera Oficial, durante el camino que hice junto a Ella estuve en un continuo rato de oración... y de deseo de que sea Ella siempre la que guíe mi vida y que ojalá algún día yo sea capaz de cumplir la voluntad de Dios sin miedo, de tener esa fe ciega que ella tuvo...
Solo queda esperar al próximo Miércoles Santo para volver a repetir esta experiencia, si Dios quiere y el Sol reluce, que será vistiendo túnica y cubrerrostro, abriéndole paso a la Reina de Capuchinos...
26 abril 2009
Un Miércoles Santo especial..., por Carlos Lara
Fotografía: Valentín Moyano
Una vivencia que, sinceramente, dudo que vaya a olvidar...
Sentado en mi sillón frente al escritorio, miraba por la ventana y los rayos del sol me deslumbraban y el cielo se presentaba con un azul intenso que hacía presagiar que el Miércoles Santo de 2009 sería un día espléndido.
Me dio por recordar la misma situación pero en el año 2008, cuando lo único que se veía por la ventana era un cielo encapotado y el pavimento mojado por las intermitentes lluvias que se desarrollaron durante toda la mañana y que, desgraciadamente, hicieron acto de presencia por la tarde e impidieron a Nuestros Titulares desfilar por las calles cordobesas...
Pero este año era distinto. Por vez primera, haría Estación de Penitencia junto a mis hermanos y mis Titulares, tras la decepción y el agridulce sabor de boca dejado en 2008.
Era la hora de vestirse... La túnica blanca, el cubrerrostro, los guantes, la capa, la medalla... Todo estaba dispuesto sobre mi cama para indumentarme y salir con rumbo a la Plaza de Capuchinos.
Llegué, y junto a mis hermanos del Grupo Joven, hicimos la entrada al huerto del Convento donde se disponían los sectores del tramo de Misterio, en el cual se encontraba el nuevo y espectacular banderín de Juventud.
El tiempo pasaba, los minutos se hacían eternos, pero de un momento a otro el portón de la nave se abriría y el pueblo de Córdoba que se agolpaba en la Plaza de Capuchinos vería cómo la Hermandad de la Paz volvía a reecontrarse con su feligresía un Miércoles Santo más.
El momento llegó y la puerta se abrió. "¡Señores, que nos vamos! Vamos a mostrarle a Córdoba el arte de la Paz", decía para mis adentros.
Lentamente, la Cruz de Guía superaba el grisáceo dintel y tras ella, un cuerpo de bocinas y NOSOTROS... Sí, era una realidad: estábamos en la calle.
Todo el recorrido lo disfruté como un niño pequeño, pero el momento que más disfruté fue, una vez desprovisto del capirote, esperaba en la Plaza de Capuchinos la llegada del Rey de Reyes: Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia.
Poco a poco, aparecían los ciriales; después, una nube de incienso; y abriéndose paso tras la misma, podía ir percibiendo el primer arbóreo del Misterio, después el sanedrita que sostiene el cáliz y, por fin, el Señor, entronizado en su magnífico paso exornado con iris blanco que hacía su entrada a la Plaza con la marcha "Tras de Tí, mi Cautivo".
El arte de las trabajaderas pacíficas ya estaba en Capuchinos. Con los sones de "Costaleros de Humildad", el paso daba la revirá para ejecutar su entrada mirando a la muchedumbre reunida allí. Llegó ese momento en el que la corneta avisa que la Marcha Real va a ser interpretada y con los sones reales de Santo Tomás de Villanueva, culminaba su Estación de Penitencia.
Tras este inolvidable momento, la Señora de la Paz avanzaba por la calle Torres Cabrera con "Costalero" y hacía su entrada a Capuchinos esplendorosa y estrenando ese precioso manto que la hacía aún más guapa de lo que ya es la Reina de nuestros corazones.
Así se acababa para mí el Miércoles Santo. Un Miércoles Santo especial...
25 abril 2009
Inicio de la Catequesis de Confirmación
En el día de ayer, tuvo lugar la primera reunión del grupo de Confirmación en el Convento del Santo Ángel.
Se trata de un nutrido grupo en el cual figura la Juventud de la Paz y miembros de Nuestra Hermandad, así como de la vecina Corporación cisterciense de la Sangre.
Esta primera reunión nos ha servido a modo de presentación entre los miembros que conformamos dicho grupo, así como de organización para empezar el temario que Nuestro Consiliario Fray Juan Jesús Linares pondrá a nuestra disposición para trabajar sobre ello.
De manera que el inicio formal de esta Catequesis será el próximo día 8 de mayo a partir de las 19 horas en la Iglesia Conventual del Santo Ángel.
Se trata de un nutrido grupo en el cual figura la Juventud de la Paz y miembros de Nuestra Hermandad, así como de la vecina Corporación cisterciense de la Sangre.
Esta primera reunión nos ha servido a modo de presentación entre los miembros que conformamos dicho grupo, así como de organización para empezar el temario que Nuestro Consiliario Fray Juan Jesús Linares pondrá a nuestra disposición para trabajar sobre ello.
De manera que el inicio formal de esta Catequesis será el próximo día 8 de mayo a partir de las 19 horas en la Iglesia Conventual del Santo Ángel.
24 abril 2009
La semana que viene Cruz
La semana que viene se termina este mes en el que hemos vivido la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo...Después de un tiempo de descanso se vuelve al trabajo y como no podía ser típico de esta Córdoba nuestra la semana que viene tendremos nuestra Cruz de Mayo ,que como en años anteriores, tendremos el lujo de montarla en la Cuesta del Bailío.
En convivencia con todos los hermanos trabajaremos con esfuerzo para que después todo sepa a... ¡gloria!
En convivencia con todos los hermanos trabajaremos con esfuerzo para que después todo sepa a... ¡gloria!
22 abril 2009
Convocatoria de reunión - Viernes 24 de abril
Este próximo viernes día 24 de abril, antes de la catequesis, tendremos reunión en la Casa Hermandad a las 17 horas de la tarde. Se ruega la asistencia a la misma, ya que es de carácter importante.
Este viernes, Catequesis
Para todos los miembros de la Juventud de la Paz y aquellos que quieran pertenecer a la misma, se les convoca tras la reuniónConfirmacióna las 18:30 horas en la Plaza de Capuchinos para abrir el nuevo curso de Catequesis.Todavía Está por saberse quién será el encargado de impartir la Catequesis, pero por ahora decir que ya se tiene gran ilusión para comenzar.
Todos los que quieran formar parte del Grupo Joven, y quiera pertenecer al grupo de Confirmación, están todos invitados y citados a la misma hora.
Más adelante daremos más información acerca de la Confirmación, por lo pronto... el viernes comenzamos...
Todos los que quieran formar parte del Grupo Joven, y quiera pertenecer al grupo de Confirmación, están todos invitados y citados a la misma hora.
Más adelante daremos más información acerca de la Confirmación, por lo pronto... el viernes comenzamos...
20 abril 2009
De nuevo...
De nuevo vuelven a sus capillas Nuestros queridos Titulares, con el orgullo de haberlos paseado por las calles de Córdoba como ellos se merecen.
Dejamos a continuación una serie de imágenes de cómo se encuentran tras su retorno, gracias a la colaboración de N.H. Juan Miguel Lubián.
Dejamos a continuación una serie de imágenes de cómo se encuentran tras su retorno, gracias a la colaboración de N.H. Juan Miguel Lubián.
19 abril 2009
Pongamos los sentimientos... - J. Miguel Lubián
Pongamos los sentimientos...Por una Semana Santa en la que vivamos la Pasión... Esta pasada Semana Santa se me da el caso del paso de una Hermandad de silencio, bajando hacia la Judería. Por un momento piensas, ¿realmente la gente no se da cuenta? Sí, no es la típica Hermandad de bulla, que por supuesto se merece lo mismo que propongo: el respeto, el verdadero silencio, un juego de sentimientos y fe (aquellos que la tienen, claro), que comienzas a ver en tu mente y que no es la típica sensación de ser una Hermandad más. Realmente no es ya sólo una Hermandad, sino una Hermandad entorno a un sentimiento hacia ellos... hacia Jesús y María... que sólo una vez al año se vive con gran emoción y que mucha gente no entiende... No es la única ocasión en la que vemos quizás una falta de respeto?¿ o en todo caso una falta de CULTURA? para tener respeto hacia lo que tienes delante... a cada uno de esos hermanos, que juntos proclaman su fe a sus titulares, y que mucha gente no lo entiende... Muchas veces uno se para a pensar.. ¿algún día cambiará esto? ¿O es así para siempre? Por desgracia, para mí, y para esos hermanos (y para los muchos que componen nuestra querida Semana Santa) no creo que cambie. Y luego nos diferencian con la Giralda y la gente no lo acepta... normal, la verdad duele...así que para aquella gente que piensa que esto es un juego.. y que los que están entronados en su pasos son muñecos...
Que ponga un poco de cabeza y respete a los SENTIMIENTOS de esos hermanos....
Que ponga un poco de cabeza y respete a los SENTIMIENTOS de esos hermanos....
18 abril 2009
Reunión del 17 de abril
Como ya habíamos anunciado en este blog, la Juventud de la Paz estaba convocada a las 17 horas en la Casa Hermandad para mantener una reunión.
En dicha reunión, se trataron diversos temas de manera distendida; como la organización de los próximos meses, la propuesta de actividades y proyectos por parte de los integrantes asistentes y algún que otro intercambio de opiniones de temas relacionados con la Hermandad.
Tras la reunión, fuimos a visitar a Nuestros Sagrados Titulares en sus respectivas capillas.
En dicha reunión, se trataron diversos temas de manera distendida; como la organización de los próximos meses, la propuesta de actividades y proyectos por parte de los integrantes asistentes y algún que otro intercambio de opiniones de temas relacionados con la Hermandad.
Tras la reunión, fuimos a visitar a Nuestros Sagrados Titulares en sus respectivas capillas.
16 abril 2009
Cambio de dirección de correo electrónico de la Juventud de la Paz
Avisamos a todos los visitantes de este blog que se ha producido un cambio importante en el mismo: hemos cambiado la dirección de correo electrónico por la cual todos los que quieran pueden enviarnos sus sugerencias o preguntas o cualquier otro material relacionado con la Hermandad.
La nueva dirección es:
juventudpaz@hotmail.es
Esta nueva dirección ya está a disposición de todo aquel Hermano o cofrade en general que quiera participar con nosotros en nuestro blog.
La nueva dirección es:
juventudpaz@hotmail.es
Esta nueva dirección ya está a disposición de todo aquel Hermano o cofrade en general que quiera participar con nosotros en nuestro blog.
15 abril 2009
Convocatoria de reunión - Viernes 17 de abril
Tras haber concluido la Semana Santa y todavía con labores de desmontaje y colocación de enseres después de haber realizado una magnífica Estación de Penitencia el pasado Miércoles Santo, la Juventud de la Paz vuelve a retomar sus actividades como cada viernes.
De esta manera, ayer se confirmó que se convoca a los integrantes de la Juventud de la Paz el próximo viernes día 17 de abril a las 17 horas en la Casa Hermandad, rogando a los asistentes a la reunión puntualidad.
De esta manera, ayer se confirmó que se convoca a los integrantes de la Juventud de la Paz el próximo viernes día 17 de abril a las 17 horas en la Casa Hermandad, rogando a los asistentes a la reunión puntualidad.
13 abril 2009
Vivencias del Miércoles Santo 2009
UN MIÉRCOLES SANTO ESPECIAL (CARLOS LARA)
Una vivencia que, sinceramente, dudo que vaya a olvidar...
Sentado en mi sillón frente al escritorio, miraba por la ventana y los rayos del sol me deslumbraban y el cielo se presentaba con un azul intenso que hacía presagiar que el Miércoles Santo de 2009 sería un día espléndido.
Me dio por recordar la misma situación pero en el año 2008, cuando lo único que se veía por la ventana era un cielo encapotado y el pavimento mojado por las intermitentes lluvias que se desarrollaron durante toda la mañana y que, desgraciadamente, hicieron acto de presencia por la tarde e impidieron a Nuestros Titulares desfilar por las calles cordobesas...
Pero este año era distinto. Por vez primera, haría Estación de Penitencia junto a mis hermanos y mis Titulares, tras la decepción y el agridulce sabor de boca dejado en 2008.
Era la hora de vestirse... La túnica blanca, el cubrerrostro, los guantes, la capa, la medalla... Todo estaba dispuesto sobre mi cama para indumentarme y salir con rumbo a la Plaza de Capuchinos.
Llegué, y junto a mis hermanos del Grupo Joven, hicimos la entrada al huerto del Convento donde se disponían los sectores del tramo de Misterio, en el cual se encontraba el nuevo y espectacular banderín de Juventud.
El tiempo pasaba, los minutos se hacían eternos, pero de un momento a otro el portón de la nave se abriría y el pueblo de Córdoba que se agolpaba en la Plaza de Capuchinos vería cómo la Hermandad de la Paz volvía a reecontrarse con su feligresía un Miércoles Santo más.
El momento llegó y la puerta se abrió. "¡Señores, que nos vamos! Vamos a mostrarle a Córdoba el arte de la Paz", decía para mis adentros.
Lentamente, la Cruz de Guía superaba el grisáceo dintel y tras ella, un cuerpo de bocinas y NOSOTROS... Sí, era una realidad: estábamos en la calle.
Todo el recorrido lo disfruté como un niño pequeño, pero el momento que más disfruté fue, una vez desprovisto del capirote, esperaba en la Plaza de Capuchinos la llegada del Rey de Reyes: Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia.
Poco a poco, aparecían los ciriales; después, una nube de incienso; y abriéndose paso tras la misma, podía ir percibiendo el primer arbóreo del Misterio, después el sanedrita que sostiene el cáliz y, por fin, el Señor, entronizado en su magnífico paso exornado con iris blanco que hacía su entrada a la Plaza con la marcha "Tras de Tí, mi Cautivo".
El arte de las trabajaderas pacíficas ya estaba en Capuchinos. Con los sones de "Costaleros de Humildad", el paso daba la revirá para ejecutar su entrada mirando a la muchedumbre reunida allí. Llegó ese momento en el que la corneta avisa que la Marcha Real va a ser interpretada y con los sones reales de Santo Tomás de Villanueva, culminaba su Estación de Penitencia.
Tras este inolvidable momento, la Señora de la Paz avanzaba por la calle Torres Cabrera con "Costalero" y hacía su entrada a Capuchinos esplendorosa y estrenando ese precioso manto que la hacía aún más guapa de lo que ya es la Reina de nuestros corazones.
Así se acababa para mí el Miércoles Santo. Un Miércoles Santo especial...
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MIÉRCOLES SANTO (MARÍA JIMÉNEZ)
Para mí, es muy difícil explicar lo que sentí el pasado 8 de abril, en torno a las 7 de la tarde, cuando por fin vi a mis Titulares: el Señor de la Humildad y Paciencia y la Reina de la Paz y Esperanza asomar por la Plaza de Capuchinos.
A pesar de que llevaba relativamente poco tiempo integrada entre la juventud de esta Hermandad, ya me sentía una más de ellos. Me acogieron con los brazos abiertos, como buenos cristianos, demostrando que eran mucho más que un grupo de personas que sacaban el paso el Miércoles Santo y ya está. Ellos iban con el cubrerrostro, pero yo sabía perfectamente quiénes eran. Sabía que iban con fe y orgullo paseando al Hijo de Dios y a Su Madre por las calles de Córdoba, y todo lo que eso conlleva.
Primero pasó el Señor, con esos andares que solo sus costaleros saben hacer... y yo tenía los pelos de punta...
Seguí allí, esperando, viendo a los numerosos nazarenos que le abrían paso a la Paloma de Capuchinos. Ella iba como se merece, como una reina, con su nuevo manto, fruto del trabajo de sus hermanos nazarenos. Es ella mi modelo a seguir, por no tener miedo a cumplir la voluntad de Dios... "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra".
Cuando ella pasó, y detrás las mujeres de mantilla y la banda de música que le tocaba las diversas marchas, me uní al grupo de penitentes para acompañarla en su recorrido...
Aunque solo pude estar junto a Ella hasta Carrera Oficial, durante el camino que hice junto a Ella estuve en un continuo rato de oración... y de deseo de que sea Ella siempre la que guíe mi vida y que ojalá algún día yo sea capaz de cumplir la voluntad de Dios sin miedo, de tener esa fe ciega que ella tuvo...
Solo queda esperar al próximo Miércoles Santo para volver a repetir esta experiencia, si Dios quiere y el Sol reluce, que será vistiendo túnica y cubrerrostro, abriéndole paso a la Reina de Capuchinos...
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TRAS DE TI (J. MIGUEL LUBIÁN)
Sinceramente cuando uno lleva tantos años viendo a sus titulares tendría que ser ya algo típico, normal, algo a lo que me he hecho... Pero aun así, todos los años parecen ser el primero, el primero en el que me visto de nazareno, vestido de blancura pacifica, como ellos...
Solo era entrar en la nave y al verlos con su cera encendida, un escalofrío recorría por mi pálida espalda...El segundo vino una hora después, cuando Santo Tomas anunciaba su pasacalles, cuando las largas filas de músicos, de color de pasión, se acercaban hacia la puerta del Convento, solamente recordar ese momento me hace que brillen mis ojos.. aunque al oír entre sus trompetas el Himno Nacional, ver como se desliza la Humilde Pasión de Cristo entre el olor de azahar, son momentos inolvidables, y que de momento se cruzaron ante mi todas las experiencias vividas durante estos años de juventud... entre mis amigos..
Una vez que estaba en la calle, todo fue un viaje en una nube, que se paso volando, como si el viento empujase esa nube por el cielo, y que yo tan alegre lo observaba, sin acordarme del tiempo, sin acordarme que ya estábamos en Miércoles Santo, solo disfrutar de su andar, disfrutar de esos sones, que derrochan suaves notas entre las bolas de incienso...entre naranjos envueltos del azahar de sentimientos mezclados...
Y solo fue entrar en la calle de Torres Cabrera cuando sentí que mis ojos expresaron esos sentimientos...
Cuando volvimos, un rato después, solamente un ratito, fue mas emocionante al oír dos marchas únicas para El...y como anunciaba Al Señor de la Paz, detrás venia esa blanca paloma, que con la elegancia de sus bambalinas, de la pequeña sonrisa que mostraba porque estaba en la calle, y sus hijos pedían esa pequeña sonrisa, y el reflejo de sus lágrimas la enseño al pueblo cordobés, cuando al igual que el, se anunciaba el Himno Nacional..
Una vez los dos recogidos, les pedí, que el año que viene... nos repartan de lo mismo, la dulzura de los Reyes de Capuchinos...
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MIÉRCOLES SANTO (JUAN MANUEL GARCÍA)
...Un año largo, muy largo, más bien eterno... pero llegó como llega siempre ese miércoles de luz, de color, de pasión...
Llevábamos mucho tiempo soñando con ese momento, ese bendito instante en el que las puertas de la nave anexa al convento de los Capuchinos dieran paso a la eterna comitiva de nazarenos blancos, y llegó, y lo hizo radiante, resplandeciente.
Al despuntar la mañana, todo eran nervios y ,como cada Miércoles Santo, hacía esa visita al balcón para mirar el cielo, y por suerte no hube de volver a asomarme, se volvía a repetir, un Miércoles Santo como los de antaño, como aquellos en los que no mirábamos al cielo y que, lamentablemente, teníamos casi en el olvido después de 5 años de inestabilidad meteorológica.
Poco a poco, el tiempo fue pasando y emocionados llegábamos a la plaza para estar presentes en nuestra Misa de Hermandad, las palabras del Hermano Mayor hacían presagiar lo que vendría a la tarde y así fue. Casi sin notarlo el tiempo había pasado y era momento de vestir mi hábito de nazareno, ese momento único que solo conoce aquel que tiene la dicha de ser nazareno...
Los jóvenes, como siempre juntos, llegábamos al cocherón y poco a poco nos dispersábamos a nuestros puestos deseándonos suerte...
Y llegó el momento: tres golpes del diputado de horas sobre la puerta y Nuestra Cofradía estaba en la calle. Los que aún estábamos en el convento disfrutábamos viendo como nuestro nuevo banderín de juventud se habría paso entre la multitud.
Casi sin darnos cuenta, la delantera del misterio estaba asomando por la plaza. Alboroto, lágrimas, devoción en Capuchinos para el Señor que humildemente es despojado de sus vestidos. Se iba, y sabiendo que no volvería a verlo hasta dentro de un año, me entraba el dolor por la cintura.
Una voz, fuerte y serena decía:" el último tramo del palio" y abandonábamos el convento para salir a la calle... ¡qué emoción! ¡Qué escalofrío me recorió el cuerpo mientras mis pies rozaban las piedras de la plazuela!, sin solución de continuidad al doblar la esquina se oía la marcha real... La Reina del Cielo estaba en la tierra, en la tierra para regalarnos su Paz, las lágrimas llenaban mis ojos, eran tantas cosas en mi memoria que no sabía si reirme o llorar, pero ante su mirada solo quedaba soñar; poquito a poco, fue repartiendo Esperanza por el pueblo que en multitud la aclamaba, despertaba los aplausos por donde fuera que pasara y llegamos a su barrio, a su parque, con sus palomas de nácar, todo un año, más bien dos, esperando a su Madre y su Madre llegó.
No era posible, ¿otra vez en Capuchinos? ¡Pero si aún no hace ni una hora que salimos! Y de nuevo con lágrimas en las retinas, la Paloma de Capuchinos me sonreía, como queriendo decirme que todo estaba cumplido y su carita cansada entre piedras del camino llegó pasito a pasito y la Reina de la Paz, que es mucha Reina Ella sola, se adentraba ya en su casa.
Dentro, sin cubrerostro entre mi gente, entre mis hermanos, entre esa gran familia que es la Hermandad de la Paz, la Señora volvía a casa y ahora sí que todo eran lágrimas, nos faltaban gargantas pa' poder gritarle guapa y la blancura de plata de la Reina de la Plaza se arrió hasta el año que viene y así volví a casa con la única esperanza de que su Paz se paseara eternamente por la ciudad...
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ESTE AÑO FUE DIFERENTE A LOS DEMÁS (RAFAEL GATA)
Nunca olvidaré ese 8 de abril de 2009... fue otra Estación de Penitencia pero diferente a las otras: los momentos vividos junto a mis hermanos fueron fascinantes...
Con el único momento que me quedo fue con la entrada, cuando todos los hermanos esperábamos a que Ella, Nuestra Madre, entrara un año más.
También me alegro muchísimo de ver a hermanos que no había visto desde el año pasado y que salían en el mismo sector. Fueron muchos sentimientos juntos que cuestan explicarlos porque es algo que hay que vivirlo y sentirlo. Fue algo maravilloso y muy emocionante...
Con la única palabra que me quedo para definir este miércoles santo es “Sentimiento”
Fue muy emocionante cuando el sector 6, agrupados en el porche del convento, veíamos como poco a poco la plaza, esa plaza de blancura, se iba llenando.
Hasta que llegó el momento en el que el diputado de horas llamara a la puerta y saliera esa cruz de guía abriendo ese cortejo de nazarenos blancos y llenos de Paz. ¡Qué palabra tan bonita! Como Ella... Nuestra Madre... Reina y Señora de Capuchinos...
El momento llegó cuando el mismísimo Rey de Capuchinos iba recorriendo las calles cordobesas.
Un año más…
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MIÉRCOLES SANTO... (ANDREA FERNÁNDEZ)
El pasado 8 de abril hacía mi primera estación de penitencia acompañando en el cortejo penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Paz y Esperanza. Por la mañana reunión de hermanos en el Convento para celebrar la misa de hermandad que nos prepararía para el gran momento, a aquello de las 7 de la tarde; en esa misa recuerdo las palabras de emoción del Hermano Mayor: “el año pasado lloraba por ver el cielo lleno de nubes y temiendo lo que era previsible, este año la emoción es por este sol que hoy reluce y que hará que nuestros reyes de Capuchinos reluzcan más que nunca”.
Ya por la tarde, preparada en mi casa todo eran nervios e ilusión por ser esa primera vez en la que vestía la túnica blanca y cordón franciscano; llegué a Las Doblas donde estábamos reunidos el grupo joven, el que este año estrenaba un impresionante banderín. Antes de la salida aún eran más los nervios que teníamos todos y esa sonrisa que nadie nos podía quitar al ver el sol que tanto brillaba.
Cuando llegamos al Convento nos colocamos en nuestros respectivos sitios para la salida que ya estaba al llegar; y así fue ya todos con nuestros atributos, escoltando al nuevo guión de juventud y deseándonos suerte por esa estación de penitencia que comenzaba. Y alrededor de las 18.50 dela tarde, por fin sonaban esos tres golpes que indicaban la salida en este año, esa salida tan esperada y que con tanta ilusión vivimos este año. Pero sin duda, el momento más emotivo para mí fue cuando vi llegar al Señor de Capuchinos, ya descubierta, sentí algo tan fuerte que me hará que este miércoles santo sea inolvidable; y tras de él su Madre, más bella que nunca y que tan solo con su cara iluminaba los corazones de aquellos que la miraban...esas sensaciones, esas emociones son las que ya espero al año que viene, para que sea tan especial y emocionante como este.
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TODO UN AÑO (RAFAEL RIZOS)
Todo un año de vivencias, de ilusiones, de trabajo, de esfuerzo, de lágrimas, de sonrisas,... todo un año de recompensas. Recompensas, como son la amistad, el hermanamiento, el cariño que se les llega a coger a tantas y tantas personas, por el mero echo de querer a los mismos Titulares, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, y a Nuestra Reina de la Paz.
Te paras a pensar en todos esos momentos, que hemos vivido en la casa de Hermandad, de esas risas compartidas, de ese esfuerzo, de esa unión con gente que al principio ni nos sonaba su cara, pero que ya a estas alturas hemos conocido.
Todos estos sentimientos, se agolpan y se hacen más latentes cuando ya pasando las agujas del reloj las 00:00 de la noche, comenzando un Miércoles Santo más, pero diferente a todos los demás, poniendo flores, repasando todos los detalles, que no falte nada, que todo este listo y que Ellos estén radiantes, que se los podamos presentar a Córdoba como, solamente Ellos se merecen, RADIANTES.
Con el trabajo, ya casi concluido, afloran más que nunca el cansancio, de tantas horas de trabajo, de tantos días organizando, se erizan los pelos, de verLos allí esperando, a que sus herman@s los paseemos por las calles de nuestra ciudad.
Nos despedimos a altas horas de la madrugada y Los dejamos descansar, y nosotros aunque cansados, la radiante sonrisa, nerviosa, que desprende nuestra cara, nadie no las puede borrar.
Amanece en Capuchinos, y la vida en la Plaza comienza diferente a todos los días del resto del año, es Miércoles Santo, un día grande, muy grande para tod@s los herman@s y devot@s, de Nuestros Titulares. Tenemos la misa de Hermandad, preparatoria para la Salida. Y de nuevo a verLos, allí están Pacientes, tranquilos, esperando a que lleguemos en masa a rezarLes, pedirLes, llorarLes,... amarLos.
Para much@s, este año era más especial aún, ya sea porque era su primera salida, porque compartían la estación de penitencia con sus nuev@s amig@s del Grupo Joven, de la Priostía,.... en mi caso en particular, mi primera vez en poder portar sobre mi, el paso sobre el que pasea Humildad y Paciencia. Por fin, cumplía un anhelo de muchos años, que por culpa de la distancia no podía realizar. Dejaba un puesto, muy querido, pero, muy sufrido por mi, ser acólito de Nuestro Señor, y convertirme en sus pies, y Él, más que nunca, en mi guía.
La hora de comer, y en el estómago un nudo, de nervios, que te lo impide, que te hace que no tengas hambre, y que se acrecenta conforme se va acercando la hora, esa mágica hora en la que se nos abren las puertas de Capuchinos, que se abren las puertas de Córdoba para acogerlos, y la del corazón de mucha gente que los espera,...
Momento mágico que se nos hace cortísimo, y sabemos que de nuevo llega la espera, la espera de un año, que comenzamos con tristeza, por dejar a Nuestros Titulares de nuevo en Su casa, pero que acogemos a la vez con ilusión, por ese año que nos espera lleno de ilusiones, de compañerismo, con ganas de que Nuestra Familia aumente, de que se acerquen cada día más hermanos y devotos a compartir con nosotros el trabajo, los proyectos, el día a día. De poder acogerlos en el seno del Grupo Joven, o de la Hermandad en sí, que aprendan a compartir con nosotros ese cariño tan grande que sentimos por Ellos.
Sin más, hasta aquí mis particulares vivencias, y esperando que os animéis a compartir con nosotros las vuestras, que os animéis a dar ese pequeño paso, y que os acerquéis a compartir junto a nosotros el día a día de Nuestra Hermandad, ya que ésta es de todos, y por todos ha de ser disfrutada.
Sin más un fuerte abrazo y esperamos poder compartir con vosotros todos estos momentos, y otros más.
Paz y Bien, herman@s
Una vivencia que, sinceramente, dudo que vaya a olvidar...
Sentado en mi sillón frente al escritorio, miraba por la ventana y los rayos del sol me deslumbraban y el cielo se presentaba con un azul intenso que hacía presagiar que el Miércoles Santo de 2009 sería un día espléndido.
Me dio por recordar la misma situación pero en el año 2008, cuando lo único que se veía por la ventana era un cielo encapotado y el pavimento mojado por las intermitentes lluvias que se desarrollaron durante toda la mañana y que, desgraciadamente, hicieron acto de presencia por la tarde e impidieron a Nuestros Titulares desfilar por las calles cordobesas...
Pero este año era distinto. Por vez primera, haría Estación de Penitencia junto a mis hermanos y mis Titulares, tras la decepción y el agridulce sabor de boca dejado en 2008.
Era la hora de vestirse... La túnica blanca, el cubrerrostro, los guantes, la capa, la medalla... Todo estaba dispuesto sobre mi cama para indumentarme y salir con rumbo a la Plaza de Capuchinos.
Llegué, y junto a mis hermanos del Grupo Joven, hicimos la entrada al huerto del Convento donde se disponían los sectores del tramo de Misterio, en el cual se encontraba el nuevo y espectacular banderín de Juventud.
El tiempo pasaba, los minutos se hacían eternos, pero de un momento a otro el portón de la nave se abriría y el pueblo de Córdoba que se agolpaba en la Plaza de Capuchinos vería cómo la Hermandad de la Paz volvía a reecontrarse con su feligresía un Miércoles Santo más.
El momento llegó y la puerta se abrió. "¡Señores, que nos vamos! Vamos a mostrarle a Córdoba el arte de la Paz", decía para mis adentros.
Lentamente, la Cruz de Guía superaba el grisáceo dintel y tras ella, un cuerpo de bocinas y NOSOTROS... Sí, era una realidad: estábamos en la calle.
Todo el recorrido lo disfruté como un niño pequeño, pero el momento que más disfruté fue, una vez desprovisto del capirote, esperaba en la Plaza de Capuchinos la llegada del Rey de Reyes: Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia.
Poco a poco, aparecían los ciriales; después, una nube de incienso; y abriéndose paso tras la misma, podía ir percibiendo el primer arbóreo del Misterio, después el sanedrita que sostiene el cáliz y, por fin, el Señor, entronizado en su magnífico paso exornado con iris blanco que hacía su entrada a la Plaza con la marcha "Tras de Tí, mi Cautivo".
El arte de las trabajaderas pacíficas ya estaba en Capuchinos. Con los sones de "Costaleros de Humildad", el paso daba la revirá para ejecutar su entrada mirando a la muchedumbre reunida allí. Llegó ese momento en el que la corneta avisa que la Marcha Real va a ser interpretada y con los sones reales de Santo Tomás de Villanueva, culminaba su Estación de Penitencia.
Tras este inolvidable momento, la Señora de la Paz avanzaba por la calle Torres Cabrera con "Costalero" y hacía su entrada a Capuchinos esplendorosa y estrenando ese precioso manto que la hacía aún más guapa de lo que ya es la Reina de nuestros corazones.
Así se acababa para mí el Miércoles Santo. Un Miércoles Santo especial...
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MIÉRCOLES SANTO (MARÍA JIMÉNEZ)
Para mí, es muy difícil explicar lo que sentí el pasado 8 de abril, en torno a las 7 de la tarde, cuando por fin vi a mis Titulares: el Señor de la Humildad y Paciencia y la Reina de la Paz y Esperanza asomar por la Plaza de Capuchinos.
A pesar de que llevaba relativamente poco tiempo integrada entre la juventud de esta Hermandad, ya me sentía una más de ellos. Me acogieron con los brazos abiertos, como buenos cristianos, demostrando que eran mucho más que un grupo de personas que sacaban el paso el Miércoles Santo y ya está. Ellos iban con el cubrerrostro, pero yo sabía perfectamente quiénes eran. Sabía que iban con fe y orgullo paseando al Hijo de Dios y a Su Madre por las calles de Córdoba, y todo lo que eso conlleva.
Primero pasó el Señor, con esos andares que solo sus costaleros saben hacer... y yo tenía los pelos de punta...
Seguí allí, esperando, viendo a los numerosos nazarenos que le abrían paso a la Paloma de Capuchinos. Ella iba como se merece, como una reina, con su nuevo manto, fruto del trabajo de sus hermanos nazarenos. Es ella mi modelo a seguir, por no tener miedo a cumplir la voluntad de Dios... "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra".
Cuando ella pasó, y detrás las mujeres de mantilla y la banda de música que le tocaba las diversas marchas, me uní al grupo de penitentes para acompañarla en su recorrido...
Aunque solo pude estar junto a Ella hasta Carrera Oficial, durante el camino que hice junto a Ella estuve en un continuo rato de oración... y de deseo de que sea Ella siempre la que guíe mi vida y que ojalá algún día yo sea capaz de cumplir la voluntad de Dios sin miedo, de tener esa fe ciega que ella tuvo...
Solo queda esperar al próximo Miércoles Santo para volver a repetir esta experiencia, si Dios quiere y el Sol reluce, que será vistiendo túnica y cubrerrostro, abriéndole paso a la Reina de Capuchinos...
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TRAS DE TI (J. MIGUEL LUBIÁN)
Sinceramente cuando uno lleva tantos años viendo a sus titulares tendría que ser ya algo típico, normal, algo a lo que me he hecho... Pero aun así, todos los años parecen ser el primero, el primero en el que me visto de nazareno, vestido de blancura pacifica, como ellos...
Solo era entrar en la nave y al verlos con su cera encendida, un escalofrío recorría por mi pálida espalda...El segundo vino una hora después, cuando Santo Tomas anunciaba su pasacalles, cuando las largas filas de músicos, de color de pasión, se acercaban hacia la puerta del Convento, solamente recordar ese momento me hace que brillen mis ojos.. aunque al oír entre sus trompetas el Himno Nacional, ver como se desliza la Humilde Pasión de Cristo entre el olor de azahar, son momentos inolvidables, y que de momento se cruzaron ante mi todas las experiencias vividas durante estos años de juventud... entre mis amigos..
Una vez que estaba en la calle, todo fue un viaje en una nube, que se paso volando, como si el viento empujase esa nube por el cielo, y que yo tan alegre lo observaba, sin acordarme del tiempo, sin acordarme que ya estábamos en Miércoles Santo, solo disfrutar de su andar, disfrutar de esos sones, que derrochan suaves notas entre las bolas de incienso...entre naranjos envueltos del azahar de sentimientos mezclados...
Y solo fue entrar en la calle de Torres Cabrera cuando sentí que mis ojos expresaron esos sentimientos...
Cuando volvimos, un rato después, solamente un ratito, fue mas emocionante al oír dos marchas únicas para El...y como anunciaba Al Señor de la Paz, detrás venia esa blanca paloma, que con la elegancia de sus bambalinas, de la pequeña sonrisa que mostraba porque estaba en la calle, y sus hijos pedían esa pequeña sonrisa, y el reflejo de sus lágrimas la enseño al pueblo cordobés, cuando al igual que el, se anunciaba el Himno Nacional..
Una vez los dos recogidos, les pedí, que el año que viene... nos repartan de lo mismo, la dulzura de los Reyes de Capuchinos...
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MIÉRCOLES SANTO (JUAN MANUEL GARCÍA)
...Un año largo, muy largo, más bien eterno... pero llegó como llega siempre ese miércoles de luz, de color, de pasión...
Llevábamos mucho tiempo soñando con ese momento, ese bendito instante en el que las puertas de la nave anexa al convento de los Capuchinos dieran paso a la eterna comitiva de nazarenos blancos, y llegó, y lo hizo radiante, resplandeciente.
Al despuntar la mañana, todo eran nervios y ,como cada Miércoles Santo, hacía esa visita al balcón para mirar el cielo, y por suerte no hube de volver a asomarme, se volvía a repetir, un Miércoles Santo como los de antaño, como aquellos en los que no mirábamos al cielo y que, lamentablemente, teníamos casi en el olvido después de 5 años de inestabilidad meteorológica.
Poco a poco, el tiempo fue pasando y emocionados llegábamos a la plaza para estar presentes en nuestra Misa de Hermandad, las palabras del Hermano Mayor hacían presagiar lo que vendría a la tarde y así fue. Casi sin notarlo el tiempo había pasado y era momento de vestir mi hábito de nazareno, ese momento único que solo conoce aquel que tiene la dicha de ser nazareno...
Los jóvenes, como siempre juntos, llegábamos al cocherón y poco a poco nos dispersábamos a nuestros puestos deseándonos suerte...
Y llegó el momento: tres golpes del diputado de horas sobre la puerta y Nuestra Cofradía estaba en la calle. Los que aún estábamos en el convento disfrutábamos viendo como nuestro nuevo banderín de juventud se habría paso entre la multitud.
Casi sin darnos cuenta, la delantera del misterio estaba asomando por la plaza. Alboroto, lágrimas, devoción en Capuchinos para el Señor que humildemente es despojado de sus vestidos. Se iba, y sabiendo que no volvería a verlo hasta dentro de un año, me entraba el dolor por la cintura.
Una voz, fuerte y serena decía:" el último tramo del palio" y abandonábamos el convento para salir a la calle... ¡qué emoción! ¡Qué escalofrío me recorió el cuerpo mientras mis pies rozaban las piedras de la plazuela!, sin solución de continuidad al doblar la esquina se oía la marcha real... La Reina del Cielo estaba en la tierra, en la tierra para regalarnos su Paz, las lágrimas llenaban mis ojos, eran tantas cosas en mi memoria que no sabía si reirme o llorar, pero ante su mirada solo quedaba soñar; poquito a poco, fue repartiendo Esperanza por el pueblo que en multitud la aclamaba, despertaba los aplausos por donde fuera que pasara y llegamos a su barrio, a su parque, con sus palomas de nácar, todo un año, más bien dos, esperando a su Madre y su Madre llegó.
No era posible, ¿otra vez en Capuchinos? ¡Pero si aún no hace ni una hora que salimos! Y de nuevo con lágrimas en las retinas, la Paloma de Capuchinos me sonreía, como queriendo decirme que todo estaba cumplido y su carita cansada entre piedras del camino llegó pasito a pasito y la Reina de la Paz, que es mucha Reina Ella sola, se adentraba ya en su casa.
Dentro, sin cubrerostro entre mi gente, entre mis hermanos, entre esa gran familia que es la Hermandad de la Paz, la Señora volvía a casa y ahora sí que todo eran lágrimas, nos faltaban gargantas pa' poder gritarle guapa y la blancura de plata de la Reina de la Plaza se arrió hasta el año que viene y así volví a casa con la única esperanza de que su Paz se paseara eternamente por la ciudad...
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ESTE AÑO FUE DIFERENTE A LOS DEMÁS (RAFAEL GATA)
Nunca olvidaré ese 8 de abril de 2009... fue otra Estación de Penitencia pero diferente a las otras: los momentos vividos junto a mis hermanos fueron fascinantes...
Con el único momento que me quedo fue con la entrada, cuando todos los hermanos esperábamos a que Ella, Nuestra Madre, entrara un año más.
También me alegro muchísimo de ver a hermanos que no había visto desde el año pasado y que salían en el mismo sector. Fueron muchos sentimientos juntos que cuestan explicarlos porque es algo que hay que vivirlo y sentirlo. Fue algo maravilloso y muy emocionante...
Con la única palabra que me quedo para definir este miércoles santo es “Sentimiento”
Fue muy emocionante cuando el sector 6, agrupados en el porche del convento, veíamos como poco a poco la plaza, esa plaza de blancura, se iba llenando.
Hasta que llegó el momento en el que el diputado de horas llamara a la puerta y saliera esa cruz de guía abriendo ese cortejo de nazarenos blancos y llenos de Paz. ¡Qué palabra tan bonita! Como Ella... Nuestra Madre... Reina y Señora de Capuchinos...
El momento llegó cuando el mismísimo Rey de Capuchinos iba recorriendo las calles cordobesas.
Un año más…
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MIÉRCOLES SANTO... (ANDREA FERNÁNDEZ)
El pasado 8 de abril hacía mi primera estación de penitencia acompañando en el cortejo penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Paz y Esperanza. Por la mañana reunión de hermanos en el Convento para celebrar la misa de hermandad que nos prepararía para el gran momento, a aquello de las 7 de la tarde; en esa misa recuerdo las palabras de emoción del Hermano Mayor: “el año pasado lloraba por ver el cielo lleno de nubes y temiendo lo que era previsible, este año la emoción es por este sol que hoy reluce y que hará que nuestros reyes de Capuchinos reluzcan más que nunca”.
Ya por la tarde, preparada en mi casa todo eran nervios e ilusión por ser esa primera vez en la que vestía la túnica blanca y cordón franciscano; llegué a Las Doblas donde estábamos reunidos el grupo joven, el que este año estrenaba un impresionante banderín. Antes de la salida aún eran más los nervios que teníamos todos y esa sonrisa que nadie nos podía quitar al ver el sol que tanto brillaba.
Cuando llegamos al Convento nos colocamos en nuestros respectivos sitios para la salida que ya estaba al llegar; y así fue ya todos con nuestros atributos, escoltando al nuevo guión de juventud y deseándonos suerte por esa estación de penitencia que comenzaba. Y alrededor de las 18.50 dela tarde, por fin sonaban esos tres golpes que indicaban la salida en este año, esa salida tan esperada y que con tanta ilusión vivimos este año. Pero sin duda, el momento más emotivo para mí fue cuando vi llegar al Señor de Capuchinos, ya descubierta, sentí algo tan fuerte que me hará que este miércoles santo sea inolvidable; y tras de él su Madre, más bella que nunca y que tan solo con su cara iluminaba los corazones de aquellos que la miraban...esas sensaciones, esas emociones son las que ya espero al año que viene, para que sea tan especial y emocionante como este.
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TODO UN AÑO (RAFAEL RIZOS)
Todo un año de vivencias, de ilusiones, de trabajo, de esfuerzo, de lágrimas, de sonrisas,... todo un año de recompensas. Recompensas, como son la amistad, el hermanamiento, el cariño que se les llega a coger a tantas y tantas personas, por el mero echo de querer a los mismos Titulares, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, y a Nuestra Reina de la Paz.
Te paras a pensar en todos esos momentos, que hemos vivido en la casa de Hermandad, de esas risas compartidas, de ese esfuerzo, de esa unión con gente que al principio ni nos sonaba su cara, pero que ya a estas alturas hemos conocido.
Todos estos sentimientos, se agolpan y se hacen más latentes cuando ya pasando las agujas del reloj las 00:00 de la noche, comenzando un Miércoles Santo más, pero diferente a todos los demás, poniendo flores, repasando todos los detalles, que no falte nada, que todo este listo y que Ellos estén radiantes, que se los podamos presentar a Córdoba como, solamente Ellos se merecen, RADIANTES.
Con el trabajo, ya casi concluido, afloran más que nunca el cansancio, de tantas horas de trabajo, de tantos días organizando, se erizan los pelos, de verLos allí esperando, a que sus herman@s los paseemos por las calles de nuestra ciudad.
Nos despedimos a altas horas de la madrugada y Los dejamos descansar, y nosotros aunque cansados, la radiante sonrisa, nerviosa, que desprende nuestra cara, nadie no las puede borrar.
Amanece en Capuchinos, y la vida en la Plaza comienza diferente a todos los días del resto del año, es Miércoles Santo, un día grande, muy grande para tod@s los herman@s y devot@s, de Nuestros Titulares. Tenemos la misa de Hermandad, preparatoria para la Salida. Y de nuevo a verLos, allí están Pacientes, tranquilos, esperando a que lleguemos en masa a rezarLes, pedirLes, llorarLes,... amarLos.
Para much@s, este año era más especial aún, ya sea porque era su primera salida, porque compartían la estación de penitencia con sus nuev@s amig@s del Grupo Joven, de la Priostía,.... en mi caso en particular, mi primera vez en poder portar sobre mi, el paso sobre el que pasea Humildad y Paciencia. Por fin, cumplía un anhelo de muchos años, que por culpa de la distancia no podía realizar. Dejaba un puesto, muy querido, pero, muy sufrido por mi, ser acólito de Nuestro Señor, y convertirme en sus pies, y Él, más que nunca, en mi guía.
La hora de comer, y en el estómago un nudo, de nervios, que te lo impide, que te hace que no tengas hambre, y que se acrecenta conforme se va acercando la hora, esa mágica hora en la que se nos abren las puertas de Capuchinos, que se abren las puertas de Córdoba para acogerlos, y la del corazón de mucha gente que los espera,...
Momento mágico que se nos hace cortísimo, y sabemos que de nuevo llega la espera, la espera de un año, que comenzamos con tristeza, por dejar a Nuestros Titulares de nuevo en Su casa, pero que acogemos a la vez con ilusión, por ese año que nos espera lleno de ilusiones, de compañerismo, con ganas de que Nuestra Familia aumente, de que se acerquen cada día más hermanos y devotos a compartir con nosotros el trabajo, los proyectos, el día a día. De poder acogerlos en el seno del Grupo Joven, o de la Hermandad en sí, que aprendan a compartir con nosotros ese cariño tan grande que sentimos por Ellos.
Sin más, hasta aquí mis particulares vivencias, y esperando que os animéis a compartir con nosotros las vuestras, que os animéis a dar ese pequeño paso, y que os acerquéis a compartir junto a nosotros el día a día de Nuestra Hermandad, ya que ésta es de todos, y por todos ha de ser disfrutada.
Sin más un fuerte abrazo y esperamos poder compartir con vosotros todos estos momentos, y otros más.
Paz y Bien, herman@s
09 abril 2009
Y ocurrió...
Fotografía extraída de la web de El Día de Córdoba
La Pontificia, Real, Venerable e Ilustre Hermandad Franciscana y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Paz y Esperanza volvió a reecontrarse con el pueblo de Córdoba el pasado Miércoles Santo.
La muchedumbre se agolpaba en torno al portón de la nave anexa al Convento Capuchino, llenando de esta manera gran parte de la Plaza del Cristo de los Faroles y a ambos lados de la calle Conde de Torres Cabrera.
Puntualmente, el primer sector de hermanos nazarenos (con la Cruz de Guía al frente y el estreno del banderín de Juventud) pisaba el empedrado pavimento de la Plaza de Capuchinos, antecediendo así al paso del Señor de Humildad y Paciencia.
El Rey de Capuchinos lucía espléndido sobre su enorme paso de misterio exornado con iris blanco, mientras avanzaba e iba abandonando la Plaza de Capuchinos con suaves compases de la cuadrilla de costaleros al ritmo de las marchas que la manchega agrupación de Santo Tomás de Villanueva entonaba.
Tras Él, el ochavado palio de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza se presentaba al pueblo cordobés de una manera soberbia, recuperando así una preciosa estampa que el pasado año las inclemencias meteorológicas privaron del disfrute de la misma.
A su paso, todo el mundo se fijaba en algo "diferente": el manto. Sin duda alguna, el nuevo manto de la Reina de la Paz dejó un buen sabor de boca y una sensación de deslumbre a todos los presentes en ese momento.
De esta manera, tras murmullos y aplausos, la Hermandad completó todo el itinerario previsto, culminando la Estación de Penitencia de una manera excepcional.
Este año 2009 no nos podíamos quedar de nuevo en casa y tanto Él como Ella quisieron que el tiempo respetara y permitir que todos los Hermanos de la Paz dieran testimonio de fe en las calles cordobesas.
Hasta el año que viene...
07 abril 2009
Solo quedan horas...
A principios de año, todos decíamos: "El Miércoles Santo está a la vuelta de la esquina..." Y así es, pero ahora más que nunca.
Y es que solo quedan horas para que los portones de la nave se abran de par en par para dejar paso a la plateada cruz de guía que nos indica que tras los hermanos de luz, el Señor de Humildad y Paciencia saldrá esplendoroso a saludar a la muchedumbre que se agolpa en torno a la centenaria Plaza de Capuchinos y a recorrer las calles cordobesas.
Tras Él, su Santísima Madre. La Reina de los más de 600 corazones que hacen Estación de Penitencia junto a Ella. La Virgen de la Paz volverá, un año más, a reecontrarse con sus fieles y devotos, luciendo su magnífico manto que complementa a la impresionante belleza de "La Niña de Cerrillo".
Y nosotros, la Juventud de la Paz, estaremos allí para vivir ese día tan especial que tanto hemos ansiado desde el malogrado Miércoles Santo de 2008, que obligó a la Hermandad a quedarse debido a la inoportuna e incesante lluvia.
Nosotros iremos representados con el estreno del banderín de la Juventud, en homenaje no solo a nosotros, sino también a todos aquellos jóvenes que se sienten identificados con su Hermandad y que cada Miércoles Santo acompañan a sus Sagrados Titulares.
Sin nada más que decir y a todos nuestros Hermanos, mañana es nuestro día...
¡¡FELIZ ESTACIÓN DE PENITENCIA. HERMANOS!!
Y es que solo quedan horas para que los portones de la nave se abran de par en par para dejar paso a la plateada cruz de guía que nos indica que tras los hermanos de luz, el Señor de Humildad y Paciencia saldrá esplendoroso a saludar a la muchedumbre que se agolpa en torno a la centenaria Plaza de Capuchinos y a recorrer las calles cordobesas.
Tras Él, su Santísima Madre. La Reina de los más de 600 corazones que hacen Estación de Penitencia junto a Ella. La Virgen de la Paz volverá, un año más, a reecontrarse con sus fieles y devotos, luciendo su magnífico manto que complementa a la impresionante belleza de "La Niña de Cerrillo".
Y nosotros, la Juventud de la Paz, estaremos allí para vivir ese día tan especial que tanto hemos ansiado desde el malogrado Miércoles Santo de 2008, que obligó a la Hermandad a quedarse debido a la inoportuna e incesante lluvia.
Nosotros iremos representados con el estreno del banderín de la Juventud, en homenaje no solo a nosotros, sino también a todos aquellos jóvenes que se sienten identificados con su Hermandad y que cada Miércoles Santo acompañan a sus Sagrados Titulares.
Sin nada más que decir y a todos nuestros Hermanos, mañana es nuestro día...
¡¡FELIZ ESTACIÓN DE PENITENCIA. HERMANOS!!
05 abril 2009
VÍA CRUCIS DE JUAN PABLO II (II)
VIII Estación - JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO A LLEVAR LA CRUZ
Del evangelio de San Mateo (27, 32)
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que
llevara la cruz.
Fotografía: R. Montenegro (Sacada de la web de la Pasión)
MEDITACIÓN
Nadie quería ayudar a Jesús,
no hubo espontáneos.
El Cireneo es obligado por los soldados
a llevar la cruz
de un condenado a muerte.
Hay muchos "cireneos" forzosos,
que se compran o alquilan,
pero no lo hacen por compasión.
Ser "cireneo" es no rehuir la cruz del hermano,
es entender el Evangelio del sufrimiento,
es ser solidario del hombre humillado.
____________
IX Estación - JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Del evangelio de San Lucas (23, 27-28)
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por Él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos".
Fotografía: Web de la Pasión
MEDITACIÓN
Lloraban las mujeres de Jerusalén
y Jesús reprendió sus lágrimas
con extrañas palabras de advertencia.
No hay que llorar con lamentos estériles,
que no alivian ningún dolor del mundo.
Todos somos invitados
a llorar con realismo
sobre nosotros mismos,
a no ser plañideros de los demás.
El llanto del cristiano
debe ser el arrepentimiento,
la justa penitencia, la conversión.
"Dichosos los que lloran,
porque serán consolados".
"Los que siembran entre lágrimas,
cosecharán entre cantares".
____________
X Estación - JESÚS ES CRUCIFICADO
Del evangelio de San Mateo (27, 33-38)
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir "La Calavera"), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo.
Después de crucificarlo se repartieron su ropa echándola a suerte y luego se sentaron a custodiarlo.
Fotografia: J.Miguel Lubián
Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda.
MEDITACIÓN
Ha llegado la hora de la crucifixión;
Jesús es cosido a la cruz
y es alzado en alto.
Sus brazos extendidos
entre el cielo y la tierra
trazan el signo indeleble de la alianza.
El árbol seco de la cruz
se tiñe de la púrpura de la sangre divina.
Siempre es difícil entender la locura de la cruz,
necedad para el mundo
y salvación para el cristiano.
¡Dulce árbol donde la vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
____________
XI Estación - JESÚS PROMETE SU REINO AL BUEN LADRÓN
Del evangelio de San Lucas (23, 39-40.43)
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba. Pero el otro lo increpaba: "¿Ni siquiera temes tú a Dios?" Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Jesús le respondió: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso".
MEDITACIÓN
Cristo es crucificado entre malhechores,
su última compañía son dos ladrones.
¡Aparente confusión del bien con el mal!
El viento del Calvario
cierne y zarandea las tres cruces.
Las palabras sinceras ante la muerte
siempre son solemnes,
y sobre todo la última petición:
"Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino".
El buen ladrón descubrió al crucificado
desde su propia cruz.
Y Jesús sigue salvando:
"Hoy estarás conmigo en el paraíso".
____________
XII Estación - JESÚS CRUCIFICADO, LA MADRE Y EL DISCÍPULO
Del evangelio de San Juan (19, 26-27)
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Fotografía: Juan Miguel Lubián
MEDITACIÓN
En la cumbre del Gólgota,
junto a la cruz de Jesús,
se recortan las siluetas
de la Madre y el discípulo.
Los retablos de nuestras iglesias
se coronan con estas mismas imágenes.
Todo es cima en la cruz.
Muda e inmóvil, junto al patíbulo,
está la Madre Dolorosa,
viendo morir al hijo abandonado.
Y desde entonces
se remedió la soledad de la Madre
y la orfandad de todos:
somos hijos regenerados,
hijos bien nacidos en el dolor.
____________
XIII Estación - JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Del evangelio de San Mateo (27, 45-46.48.50-52)
Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"Uno de ellos fue corriendo; en seguida cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu. Entonces el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se rajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron.
Fotografía:Daniel Cruz
MEDITACIÓN
Todo moribundo experimenta
la sombra de la angustia de la soledad,
el abandono total.
Pero ¿el Padre puede abandonar al Hijo?
El grito de Jesús es un grito misterioso,
de sufrimiento total,
de esperanza contra toda esperanza.
Los labios de Jesús
confiesan otro misterio:
la sed de su cuerpo es sed divina.
Y Jesús muere ante los que le miran
y ante los que se burlan de Él.
Reclinó la cabeza coronada de espinas.
Y ante el pasmo de cielo y tierra,
pende colgado y muerto
el cuerpo del Hijo de Dios.
____________
XIV Estación - JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO
Del evangelio de San Lucas (27, 57-60)
Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
Fotografía:J.Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Al final de la tragedia
hay este remate de ternura y dramatismo:
Jesús es sepultado
para que su cadáver
no quedara expuesto y entregado a la noche.
Jesús es desclavado
y descendido de la cruz.
La sábana conoce el último contacto
de la piel, ya sosegada, maltratada de Jesús.
El cuerpo de Cristo estrena sepulcro.
Todo se hace silencio.
El silencio de Dios.
Y por entre las grietas
de la piedra rodada sobre el sepulcro
sale el aroma del cuerpo ungido de Cristo,
el aroma de la inminente resurrección.
Del evangelio de San Mateo (27, 32)
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que
llevara la cruz.
Fotografía: R. Montenegro (Sacada de la web de la Pasión)
MEDITACIÓN
Nadie quería ayudar a Jesús,
no hubo espontáneos.
El Cireneo es obligado por los soldados
a llevar la cruz
de un condenado a muerte.
Hay muchos "cireneos" forzosos,
que se compran o alquilan,
pero no lo hacen por compasión.
Ser "cireneo" es no rehuir la cruz del hermano,
es entender el Evangelio del sufrimiento,
es ser solidario del hombre humillado.
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IX Estación - JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Del evangelio de San Lucas (23, 27-28)
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por Él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos".
Fotografía: Web de la Pasión
MEDITACIÓN
Lloraban las mujeres de Jerusalén
y Jesús reprendió sus lágrimas
con extrañas palabras de advertencia.
No hay que llorar con lamentos estériles,
que no alivian ningún dolor del mundo.
Todos somos invitados
a llorar con realismo
sobre nosotros mismos,
a no ser plañideros de los demás.
El llanto del cristiano
debe ser el arrepentimiento,
la justa penitencia, la conversión.
"Dichosos los que lloran,
porque serán consolados".
"Los que siembran entre lágrimas,
cosecharán entre cantares".
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X Estación - JESÚS ES CRUCIFICADO
Del evangelio de San Mateo (27, 33-38)
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir "La Calavera"), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo.
Después de crucificarlo se repartieron su ropa echándola a suerte y luego se sentaron a custodiarlo.
Fotografia: J.Miguel Lubián
Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda.
MEDITACIÓN
Ha llegado la hora de la crucifixión;
Jesús es cosido a la cruz
y es alzado en alto.
Sus brazos extendidos
entre el cielo y la tierra
trazan el signo indeleble de la alianza.
El árbol seco de la cruz
se tiñe de la púrpura de la sangre divina.
Siempre es difícil entender la locura de la cruz,
necedad para el mundo
y salvación para el cristiano.
¡Dulce árbol donde la vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
____________
XI Estación - JESÚS PROMETE SU REINO AL BUEN LADRÓN
Del evangelio de San Lucas (23, 39-40.43)
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba. Pero el otro lo increpaba: "¿Ni siquiera temes tú a Dios?" Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Jesús le respondió: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso".
MEDITACIÓN
Cristo es crucificado entre malhechores,
su última compañía son dos ladrones.
¡Aparente confusión del bien con el mal!
El viento del Calvario
cierne y zarandea las tres cruces.
Las palabras sinceras ante la muerte
siempre son solemnes,
y sobre todo la última petición:
"Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino".
El buen ladrón descubrió al crucificado
desde su propia cruz.
Y Jesús sigue salvando:
"Hoy estarás conmigo en el paraíso".
____________
XII Estación - JESÚS CRUCIFICADO, LA MADRE Y EL DISCÍPULO
Del evangelio de San Juan (19, 26-27)
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Fotografía: Juan Miguel Lubián
MEDITACIÓN
En la cumbre del Gólgota,
junto a la cruz de Jesús,
se recortan las siluetas
de la Madre y el discípulo.
Los retablos de nuestras iglesias
se coronan con estas mismas imágenes.
Todo es cima en la cruz.
Muda e inmóvil, junto al patíbulo,
está la Madre Dolorosa,
viendo morir al hijo abandonado.
Y desde entonces
se remedió la soledad de la Madre
y la orfandad de todos:
somos hijos regenerados,
hijos bien nacidos en el dolor.
____________
XIII Estación - JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Del evangelio de San Mateo (27, 45-46.48.50-52)
Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"Uno de ellos fue corriendo; en seguida cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu. Entonces el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se rajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron.
Fotografía:Daniel Cruz
MEDITACIÓN
Todo moribundo experimenta
la sombra de la angustia de la soledad,
el abandono total.
Pero ¿el Padre puede abandonar al Hijo?
El grito de Jesús es un grito misterioso,
de sufrimiento total,
de esperanza contra toda esperanza.
Los labios de Jesús
confiesan otro misterio:
la sed de su cuerpo es sed divina.
Y Jesús muere ante los que le miran
y ante los que se burlan de Él.
Reclinó la cabeza coronada de espinas.
Y ante el pasmo de cielo y tierra,
pende colgado y muerto
el cuerpo del Hijo de Dios.
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XIV Estación - JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO
Del evangelio de San Lucas (27, 57-60)
Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
Fotografía:J.Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Al final de la tragedia
hay este remate de ternura y dramatismo:
Jesús es sepultado
para que su cadáver
no quedara expuesto y entregado a la noche.
Jesús es desclavado
y descendido de la cruz.
La sábana conoce el último contacto
de la piel, ya sosegada, maltratada de Jesús.
El cuerpo de Cristo estrena sepulcro.
Todo se hace silencio.
El silencio de Dios.
Y por entre las grietas
de la piedra rodada sobre el sepulcro
sale el aroma del cuerpo ungido de Cristo,
el aroma de la inminente resurrección.
VÍA CRUCIS DE JUAN PABLO II (I)
INTRODUCCIÓN
En estos días que nos rodea el olor a azahar e incienso, con la semana santa a 14 días , en el blog que la Juventud de la Paz lleva adelante no íbamos a ser menos.A partir del día de hoy 23 de marzo hasta el 5 de abril introduciremos entradas, con cada estación del vía crucis de Juan Pablo II, haciendo que cada pasaje, cada estación sea muestra de nuestra fe, y como no pronunciarla en la cuaresma, en días como estos...
EL VÍA CRUCIS DE JUAN PABLO II
El Viernes Santo de 1991 el Papa Juan Pablo II estrenó un nuevo "Vía Crucis" en el Coliseo de Roma y lo dio a conocer a todo el mundo por medio de la televisión.
El "Vía Crucis" siempre ha sido un medio eficaz de centrar la espiritualidad del pueblo cristiano en torno al camino de la cruz de Cristo, que es un camino esencialmente pascual. Junto a las estaciones que tienen base en los relatos evangélicos, surgieron otras que no se deducen directamente de la Sagrada Escritura (como, por ejemplo, el episodio de la Verónica limpiando el rostro de Jesús, o el del encuentro de Jesús con María, su madre, camino del Calvario). La reforma litúrgica, promovida por el Concilio Vaticano II, quiere que todas las expresiones de oración se basen en la Sagrada Escritura. Por eso Juan Pablo II en este "Via Crucis" ha utilizado un formulario en el que todas las estaciones tienen un fundamento evangélico y sus episodios están recogidos por alguno de los cuatro evangelistas.
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I Estación - JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Del evangelio de San Mateo (26, 36-39)
Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: "Sentaos aquí, mientras voy allá a orar". Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: "Me muero de tristeza; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: "Padre mío, si es posible que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".
Fotografía: Andrés Fresno
MEDITACIÓN
Getsemaní es el huerto de los olivos,
el huerto de la angustia,
el huerto de la soledad,
el huerto del sueño de los discípulos.
En Getsemaní Jesús experimenta
lo difícil de la obediencia,
la aceptación de la voluntad del Padre.
En Getsemaní los discípulos duermen
mientras Jesús ora.
Los discípulos son incapaces
de velar y acompañar
la agonía de Jesús, su desgarramiento,
su aceptación del cáliz amargo de la pasión.
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II Estación - JESÚS, TRAICIONADO POR JUDAS Y ARRESTADO
Del evangelio de San Mateo (26, 47-50)
Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: "Al que yo bese, ése es: detenedlo". Después se acercó a Jesús y le dijo:"¡Salve, Maestro!" Y lo besó. Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿a qué vienes?” Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo.
Fotografía: Jesús Caparrós
MEDITACIÓN
Es terrible sentirse traicionado,
vendido por un amigo.
Nunca se podrá justificar
la primacía del dinero sobre el amor.
Judas cenó con Cristo
y en compañía de los apóstoles;
No se le notaba lo que iba a hacer.
Y salió a la noche negra de la traición.
Judas dio un beso falso
para entregar al Maestro,
prostituyendo el signo noble del amor.
Besó para traicionar.
____________
III Estación - JESÚS ES CONDENADO POR EL SANEDRÍN
Del evangelio de San Mateo (26, 59. 64-66)
Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte . Y el sumo sacerdote le dijo: "Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios". Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: Desde ahora veréis que el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo." Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "Has blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?" Y ellos contestaron: "Es reo de muerte."
Fotografía: J.Miguel Lubián
MEDITACIÓN
El Sanedrín, el Gran Consejo
de ancianos, sacerdotes y escribas,
reunido en convocatoria extraordinaria.
en lugar desacostumbrado
y a hora inhabitual,
decide la muerte de Jesús.
Un tribunal, signo de la justicia,
actúa injustamente
condenando al Justo.
A la inocencia se la hace culpable.
Querer condenar a muerte,
falsear testimonios,
quitar de en medio al que interpela
desde la coherencia y limpieza de vida,
ha sido y es actitud frecuente.
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IV Estación - JESÚS ES NEGADO POR PEDRO
Del evangelio de San Mateo (26, 69-75)
Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercó una criada y le dijo: "También tú andabas con Jesús el Galileo."Él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé qué quieres decir." Y al salir al portal lo vio otra y dijo a los que estaban allí: "Éste andaba con Jesús el Nazareno."Otra vez negó él con juramento: "No conozco a ese hombre." Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro; tú también eres de ellos te delata tu acento." Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo: "No conozco a ese hombre." Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: "Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces." Y, saliendo afuera, lloró amargamente.
MEDITACIÓN
En la noche de la pasión,
frente a un tribunal de mujeres y soldados,
lleno de miedo y de sudor,
Pedro negó públicamente su vinculación con el Nazareno.
Pedro, tú que oíste el canto del gallo,
tú que lloraste tu negación,
¿no oyes los gritos de los cobardes
que niegan para no ser condenados?
¿no ves a los negadores de siempre,
a quienes les tiembla el alma en el cuerpo?
Pedro se acordó de aquello
que le había dicho Jesús,
se arrepintió
y rompió a llorar amargamente.
____________
V Estación - JESÚS ES JUZGADO POR PILATO
Del evangelio de San Mateo (27, 24-26)
Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia de la multitud, diciendo: "Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!" Y el pueblo entero contestó: "Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.
Fotografía: J. Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Pilato quiso mantener el orden
en medio de un pueblo levantisco,
y quiso también salvar a un inocente.
Las dos cosas se contraponían.
Los gritos de la multitud le impresionaban.
Y aunque se lavó las manos ante la gente,
acabó siendo culpable del asesinato de un inocente.
Pilato,
curioso por saber qué es la verdad,
no la descubre ante Cristo,
que calla ante él.
Pilato
quiso dar gusto a la gente
liberando a un homicida
y condenando a quien había venido
a dar la vida por todos.
____________
VI Estación - JESÚS ES FLAGELADO Y CORONADO DE ESPINAS
Del evangelio de San Mateo (27, 27-30)
Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía; lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: "¡Salve, rey de los judíos!" Luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza.
Fotografía: Carlos Lara
MEDITACIÓN
Refinadísima tortura
la que padeció Cristo:
tortura y flagelación
y de la burla sangrante.
Los azotes terminan
en coronación de espinas.
¡Qué infamia de las soldados!
¡Qué escarnio de falso acatamiento!
La burla de las genuflexiones,
los golpes en la cabeza
y los salivazos en el rostro.
Al dolor moral se une el físico.
____________
VII Estación - JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Del evangelio de San Juan (19, 16-17)
Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado "de la Calavera"
(que en hebreo se dice Gólgota)
Fotografía: J. Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Sobre los hombros de Jesús
colocaron, colocamos todos, la cruz.
Su peso es duro,
pero sobre todo lo es por su final.
El Hijo de Dios camina con la cruz a cuestas
para salvar a los hijos de los hombres.
La cruz de Cristo es bien diferente
de las cruces de adorno, poder y honor,
que nos colocamos los hombres.
El árbol seco del patíbulo
se convierte en árbol verde de vida.
En estos días que nos rodea el olor a azahar e incienso, con la semana santa a 14 días , en el blog que la Juventud de la Paz lleva adelante no íbamos a ser menos.A partir del día de hoy 23 de marzo hasta el 5 de abril introduciremos entradas, con cada estación del vía crucis de Juan Pablo II, haciendo que cada pasaje, cada estación sea muestra de nuestra fe, y como no pronunciarla en la cuaresma, en días como estos...
EL VÍA CRUCIS DE JUAN PABLO II
El Viernes Santo de 1991 el Papa Juan Pablo II estrenó un nuevo "Vía Crucis" en el Coliseo de Roma y lo dio a conocer a todo el mundo por medio de la televisión.
El "Vía Crucis" siempre ha sido un medio eficaz de centrar la espiritualidad del pueblo cristiano en torno al camino de la cruz de Cristo, que es un camino esencialmente pascual. Junto a las estaciones que tienen base en los relatos evangélicos, surgieron otras que no se deducen directamente de la Sagrada Escritura (como, por ejemplo, el episodio de la Verónica limpiando el rostro de Jesús, o el del encuentro de Jesús con María, su madre, camino del Calvario). La reforma litúrgica, promovida por el Concilio Vaticano II, quiere que todas las expresiones de oración se basen en la Sagrada Escritura. Por eso Juan Pablo II en este "Via Crucis" ha utilizado un formulario en el que todas las estaciones tienen un fundamento evangélico y sus episodios están recogidos por alguno de los cuatro evangelistas.
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I Estación - JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Del evangelio de San Mateo (26, 36-39)
Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: "Sentaos aquí, mientras voy allá a orar". Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: "Me muero de tristeza; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: "Padre mío, si es posible que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".
Fotografía: Andrés Fresno
MEDITACIÓN
Getsemaní es el huerto de los olivos,
el huerto de la angustia,
el huerto de la soledad,
el huerto del sueño de los discípulos.
En Getsemaní Jesús experimenta
lo difícil de la obediencia,
la aceptación de la voluntad del Padre.
En Getsemaní los discípulos duermen
mientras Jesús ora.
Los discípulos son incapaces
de velar y acompañar
la agonía de Jesús, su desgarramiento,
su aceptación del cáliz amargo de la pasión.
____________
II Estación - JESÚS, TRAICIONADO POR JUDAS Y ARRESTADO
Del evangelio de San Mateo (26, 47-50)
Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: "Al que yo bese, ése es: detenedlo". Después se acercó a Jesús y le dijo:"¡Salve, Maestro!" Y lo besó. Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿a qué vienes?” Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo.
Fotografía: Jesús Caparrós
MEDITACIÓN
Es terrible sentirse traicionado,
vendido por un amigo.
Nunca se podrá justificar
la primacía del dinero sobre el amor.
Judas cenó con Cristo
y en compañía de los apóstoles;
No se le notaba lo que iba a hacer.
Y salió a la noche negra de la traición.
Judas dio un beso falso
para entregar al Maestro,
prostituyendo el signo noble del amor.
Besó para traicionar.
____________
III Estación - JESÚS ES CONDENADO POR EL SANEDRÍN
Del evangelio de San Mateo (26, 59. 64-66)
Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte . Y el sumo sacerdote le dijo: "Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios". Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: Desde ahora veréis que el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo." Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "Has blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?" Y ellos contestaron: "Es reo de muerte."
Fotografía: J.Miguel Lubián
MEDITACIÓN
El Sanedrín, el Gran Consejo
de ancianos, sacerdotes y escribas,
reunido en convocatoria extraordinaria.
en lugar desacostumbrado
y a hora inhabitual,
decide la muerte de Jesús.
Un tribunal, signo de la justicia,
actúa injustamente
condenando al Justo.
A la inocencia se la hace culpable.
Querer condenar a muerte,
falsear testimonios,
quitar de en medio al que interpela
desde la coherencia y limpieza de vida,
ha sido y es actitud frecuente.
____________
IV Estación - JESÚS ES NEGADO POR PEDRO
Del evangelio de San Mateo (26, 69-75)
Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercó una criada y le dijo: "También tú andabas con Jesús el Galileo."Él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé qué quieres decir." Y al salir al portal lo vio otra y dijo a los que estaban allí: "Éste andaba con Jesús el Nazareno."Otra vez negó él con juramento: "No conozco a ese hombre." Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro; tú también eres de ellos te delata tu acento." Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo: "No conozco a ese hombre." Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: "Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces." Y, saliendo afuera, lloró amargamente.
MEDITACIÓN
En la noche de la pasión,
frente a un tribunal de mujeres y soldados,
lleno de miedo y de sudor,
Pedro negó públicamente su vinculación con el Nazareno.
Pedro, tú que oíste el canto del gallo,
tú que lloraste tu negación,
¿no oyes los gritos de los cobardes
que niegan para no ser condenados?
¿no ves a los negadores de siempre,
a quienes les tiembla el alma en el cuerpo?
Pedro se acordó de aquello
que le había dicho Jesús,
se arrepintió
y rompió a llorar amargamente.
____________
V Estación - JESÚS ES JUZGADO POR PILATO
Del evangelio de San Mateo (27, 24-26)
Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia de la multitud, diciendo: "Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!" Y el pueblo entero contestó: "Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.
Fotografía: J. Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Pilato quiso mantener el orden
en medio de un pueblo levantisco,
y quiso también salvar a un inocente.
Las dos cosas se contraponían.
Los gritos de la multitud le impresionaban.
Y aunque se lavó las manos ante la gente,
acabó siendo culpable del asesinato de un inocente.
Pilato,
curioso por saber qué es la verdad,
no la descubre ante Cristo,
que calla ante él.
Pilato
quiso dar gusto a la gente
liberando a un homicida
y condenando a quien había venido
a dar la vida por todos.
____________
VI Estación - JESÚS ES FLAGELADO Y CORONADO DE ESPINAS
Del evangelio de San Mateo (27, 27-30)
Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía; lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: "¡Salve, rey de los judíos!" Luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza.
Fotografía: Carlos Lara
MEDITACIÓN
Refinadísima tortura
la que padeció Cristo:
tortura y flagelación
y de la burla sangrante.
Los azotes terminan
en coronación de espinas.
¡Qué infamia de las soldados!
¡Qué escarnio de falso acatamiento!
La burla de las genuflexiones,
los golpes en la cabeza
y los salivazos en el rostro.
Al dolor moral se une el físico.
____________
VII Estación - JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Del evangelio de San Juan (19, 16-17)
Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado "de la Calavera"
(que en hebreo se dice Gólgota)
Fotografía: J. Miguel Lubián
MEDITACIÓN
Sobre los hombros de Jesús
colocaron, colocamos todos, la cruz.
Su peso es duro,
pero sobre todo lo es por su final.
El Hijo de Dios camina con la cruz a cuestas
para salvar a los hijos de los hombres.
La cruz de Cristo es bien diferente
de las cruces de adorno, poder y honor,
que nos colocamos los hombres.
El árbol seco del patíbulo
se convierte en árbol verde de vida.
Ya es Semana Santa...
Desde el blog de la Juventud de la Paz, les deseamos que pasen una grandísima Semana Santa y que el tiempo acompañe a todas las hermandades de nuestra capital.
Y sobre todo a los jóvenes de nuestras queridas hermandades, a los cuales deseamos que disfruten día a día acompañando a su Hermandad en la Estacion de Penitencia.
Y sobre todo a los jóvenes de nuestras queridas hermandades, a los cuales deseamos que disfruten día a día acompañando a su Hermandad en la Estacion de Penitencia.
XIV Estación - JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO
Del evangelio de San Lucas (27, 57-60)
Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
Fotografía:J.Miguel Lubián
Meditación
Al final de la tragedia
hay este remate de ternura y dramatismo:
Jesús es sepultado
para que su cadáver
no quedara expuesto y entregado a la noche.
Jesús es desclavado
y descendido de la cruz.
La sábana conoce el último contacto
de la piel, ya sosegada, maltratada de Jesús.
El cuerpo de Cristo estrena sepulcro.
Todo se hace silencio.
El silencio de Dios.
Y por entre las grietas
de la piedra rodada sobre el sepulcro
sale el aroma del cuerpo ungido de Cristo,
el aroma de la inminente resurrección.
Al final de la tragedia
hay este remate de ternura y dramatismo:
Jesús es sepultado
para que su cadáver
no quedara expuesto y entregado a la noche.
Jesús es desclavado
y descendido de la cruz.
La sábana conoce el último contacto
de la piel, ya sosegada, maltratada de Jesús.
El cuerpo de Cristo estrena sepulcro.
Todo se hace silencio.
El silencio de Dios.
Y por entre las grietas
de la piedra rodada sobre el sepulcro
sale el aroma del cuerpo ungido de Cristo,
el aroma de la inminente resurrección.
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