03 abril 2009

XII Estación - JESÚS CRUCIFICADO, LA MADRE Y EL DISCÍPULO

Del evangelio de San Juan (19, 26-27)

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.


Meditación

En la cumbre del Gólgota,
junto a la cruz de Jesús,
se recortan las siluetas
de la Madre y el discípulo.
Los retablos de nuestras iglesias
se coronan con estas mismas imágenes.

Todo es cima en la cruz.
Muda e inmóvil, junto al patíbulo,
está la Madre Dolorosa,
viendo morir al hijo abandonado.

Y desde entonces
se remedió la soledad de la Madre
y la orfandad de todos:
somos hijos regenerados,
hijos bien nacidos en el dolor.

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